Levadura: buena para todo

Levadura: buena para todo

Para cada cerveza hemos desarrollado un cultivo de levadura puro y diferenciado que avala el sabor único de Krombacher.

La levadura es un componente fascinante en la fabricación de cerveza. Durante mucho tiempo se desconocía que los cultivos de levadura eran los responsables del proceso decisivo de fermentación en la fabricación de cerveza, algo que se descubrió de forma accidental alrededor del 6000 a.C. La masa de pan sumerio fermentaba y los curiosos sumerios se dieron cuenta del efecto de la levadura. Se puede decir que inventaron la fabricación de cerveza casi por casualidad.

Sin embargo, tuvo que pasar cierto tiempo hasta que se utilizó la levadura de forma consciente. Actualmente, la fabricación de cerveza con «fermentación aleatoria», tal y como se utiliza en el amasado de pan, es muy poco frecuente porque transcurre demasiado tiempo hasta que aparecen las suficientes esporas de lúpulo en el aire para que se produzca la fermentación. Pero esta conexión sí que explica por qué en el pasado muchos panaderos eran también fabricantes de cerveza.

Fue Louis Pasteur quien, en 1876, descubrió la importancia de la levadura en el proceso de fermentación, un momento en el que se llevaba elaborando cerveza en Krombach desde al menos 50 años, tal y como ponen de manifiesto los documentos.

Esta larga tradición de fabricación de cerveza en Krombach está acompañada de una riqueza impresionante en lo que respecta a la experiencia de cómo lidiar con los ingredientes. Para cada una de nuestras cervezas hemos desarrollado un cultivo perfecto de levadura pura en cuanto a sabor. Utilizamos levadura altamente fermentable joven, cultivada en nuestros propios laboratorios y que se utiliza para una única fermentación, lo que garantiza una frescura constante en el sabor. La levadura ya usada representa una materia prima de alta calidad muy apreciada como ingrediente en las industrias cosmética y alimentaria.