Eloboración de Krombacher

Tres simples pasos transforman productos naturales en una maravillosa cerveza: destilación, fermentación y filtrado. Nuestra moderna fábrica de cerveza es una obra magistral del arte de tecnología de la ingeniería y alimentaria.

Durante el proceso de destilación, la malta triturada se mezcla con la «Felsquellwasser®» (agua de manantial) en la cuba para el mosto y se calienta. Este proceso hace que el almidón que contiene la malta se transforme en una sustancia soluble y fermentable. La consecuente depuración en la cuba depuradora separa las partes líquidas y sólidas que componen el mosto. En ese momento se añade el lúpulo a la caldera de cobre y se hierve el mosto para que surja el aroma.

Una vez que el mosto calentado a 98 ºC se enfría, añadimos un elemento clave, nuestra levadura de cerveza cultivada de forma única. Esta mezcla se deja reposar entre cinco y siete días para que el almidón de la malta fermente produciendo alcohol y dióxido de carbono. Después se elimina una gran cantidad de la levadura y el producto resultante se transfiere a tanques de almacenamiento para que madure.

En esta fase eliminamos de nuestra Krombacher los restos y los posos, así como la levadura sobrante en las tres etapas. Tras la separación en una centrifugadora le sigue el filtrado de diatomita; después, el último filtrado se realiza a través de capas de celulosa. Por último, se comprueba la calidad de la cerveza antes de embotellarla.